Paddle Yoga: Qué es, Cómo Hacerlo y Posturas

Paddle Yoga: Qué es, Cómo Hacerlo y Posturas

Como vemos en los últimos años, el yoga ha ganado mucha popularidad y su práctica se ha extendido por todo el mundo, derivando además en diversas escuelas, así como diferentes estilos y/o tipos de yoga, además de variantes y nuevas disciplinas basadas en la propia enseñanza del yoga.

Una de las más novedosas y sorprendentes es la práctica de Yoga en el agua, sobre tablas de paddle surf, una experiencia única para aquellos que buscan algo diferente y desafiante. 

En este artículo te vamos a contar muchos detalles acerca de esta atractiva actividad.

¿Qué es el paddle yoga o SUP Yoga?

Quizás también puedas encontrarlo bajo el nombre de yoga flotante, paddle surf yoga o paddle board yoga.

En cualquiera de sus denominaciones hace referencia a la combinación de la práctica de yoga con el SUP, que es el acrónimo de stand up paddle (levantarse y remar) o como lo conocemos en España ‘ Paddle Surf ’ o surf a remo. Muchos nombres para referirnos a un mismo deporte, que tiene un origen reciente como deporte, aunque forma parte de la historia como forma de desplazamiento.

Dicha combinación, que da lugar a esta nueva modalidad de Yoga, se dice que nació en Hawai, para extenderse luego por las costas de California. En cualquier caso, es una actividad novedosa, que ha ganado popularidad en todo el mundo como una forma emocionante y desafiante de practicar yoga.

Ya sea porque combina lo mejor de los deportes al aire libre con los beneficios de una práctica tan relajante como puede ser el yoga, o por ser sencillamente una nueva y divertida forma de practicar una disciplina que hasta hace poco tiempo habíamos asociado con salas en interior, lo cierto es que a día de hoy el SUP yoga ya se ha extendido por todo el mundo, y se practica en diferentes medios además del mar: ríos, piscinas, gimnasios, lagos, embalses…

 

Beneficios del paddle yoga

Además de los grandes beneficios del yoga o del Hatha Yoga, tenemos beneficios adicionales, como la necesidad y a la vez el favorecimiento de un mayor equilibrio, concentración y conciencia corporal.

El hecho de subirnos a una tabla sobre el agua, ya implica que todos los elementos de nuestro cuerpo se pongan a trabajar en mantener el equilibrio, y eso implica que músculos, tendones y huesos entren en una perfecta armonía. Implica que la alineación y la carga del peso que hacemos en cada postura y cada movimiento sea correcto, para poder mantener la estabilidad, favoreciendo la propiocepción del cuerpo.

La zona CORE, el centro del cuerpo, se activa, y pone a funcionar todas sus capacidades estabilizadoras, lo que proporciona unos beneficios de corrección postural muy completos al incidir en los vicios y desalineaciones que se dan en tierra firme

Aquí no vale descompensar, desvanecernos o hacer más fuerza con el lado más fuerte del cuerpo, trampas comunes en tierra firme, porque esa descompensación provocaría un desequilibrio que puede provocar caer al agua. Por lo que la propia inestabilidad ¨nos obliga” a alinear y a usar nuestro centro abdominal correctamente, lo que se convierte en un regalo de práctica física y de reeducación corporal. 

Esta inestabilidad y trabajo del Core, hacen que trabajemos en la musculatura profunda, que a su vez nos va a ayudar a evitar la aparición de lesiones y procesos degenerativos de los huesos y de la columna vertebral.

El hecho de que la sesión se desarrolle en el agua, elemento de la fluidez, nos va a aportar ese fluir, de calma y confianza.

Lo más común es encontrar esta actividad en la playa, por lo que vamos a absorber todos los beneficios de estar al aire libre, con el bienestar que nos produce la Naturaleza, donde se mejora la respiración, y que nos equilibra física, mental y energéticamente.

Además se disfruta la contemplación de la belleza del entorno. Te animamos a leer más sobre el yoga en la playa. 

Nos recargamos de prana o energía vital, y de oxígeno limpio, lo que favorece la respiración en yoga. 

Al ser más exigente nos exige un extra de concentración. Es una actividad que requiere una total atención, por lo que todo el tiempo que dura la clase estamos totalmente presentes. Esto nos aporta mucha calma y paz mental, es como un reseteo de la mente.

Lee más acerca de la atención plena en nuestro artículo sobre Mindfulness

Es una actividad que te hace olvidar el estrés, y aporta un chute de felicidad.

Creemos que al final de una sesión de yoga flotando, mientras el movimiento del agua te mece, acunandote durante la relajación, puedes disfrutar de uno de los mejores Savasana de tu vida! ;)

¿Cómo practicarlo en el agua? Consejos

Te animamos a probar y que sientas por ti mismo esta maravilla de sensaciones.

Todo lo que necesitas es buscar alguna escuela que ofrezca este tipo de clases, alquilar o coger tu propia tabla de paddle surf, y dirigirte a algún lugar que sea seguro para la práctica.

Si acudes a recibir clase a un lugar especializado, ellos te facilitarán el material (tabla, remo y cabo para anclarse) y se harán cargo de la logística (confirmación de la clase según condiciones meteorológicas, elección del lugar, la disposición de las tablas y su fijación, el anclaje…)

Depende de la temporada en que lo practiques necesitarás neopreno o no, si es verano y hace calor simplemente el traje de baño estará bien. Si prefieres cubrirte siempre puedes utilizar camisetas de lycra o especiales para deportes acuáticos. 

Si lo haces en horas centrales o de mucho sol no olvides tu crema solar respetuosa con el medio ambiente. Además mantente hidratado.

Como siempre que practiques yoga, es mejor hacerlo sin haber comido en las dos horas anteriores, y en esta actividad tenlo especialmente en cuenta, para evitar mareos.

Un consejo a tener en cuenta es que en los primeros momentos o primeras sesiones es importante tener paciencia, ya que estamos adentrándonos en algo nuevo, y necesitamos tiempo para reconocer el nuevo medio. Las ganas de aprender y la predisposición son claves para poder llegar a realizar la actividad con éxito.

La invitación es a soltar la rigidez, y conectarse con el movimiento y la fluidez del agua. Nos gusta utilizar la idea e imagen mental de convertirnos en ese movimiento, ser uno con él. Al hacer esto evitamos el impacto del movimiento con el cuerpo, que puede llegar a desequilibrarlo y hacerlo caer.

Si sabes nadar, todo está bien y controlado, no hay ningún peligro, por lo que te invitamos a jugar con tu mente, con ese miedo que aparece, y hace que algunas de las posturas, que a priori en tierra ya tenías controladas, se conviertan en todo un reto con estas condiciones.

Aprovecha este tiempo para jugar, observando tu miedo y tu ego, y desde ahí conocerte más y mejor.

Ábrete a la experiencia y disfruta de un rato maravilloso 

 

Asanas para realizar

Se pueden practicar casi todas las asanas de Yoga clásico, aunque algunas necesitan más adaptaciones que otras, y de la misma manera algunas serán más fáciles de ejecutar que otras.

Algunas asanas no tiene sentido realizarlas, o por lo menos no de la misma forma que en tierra, ya que la inestabilidad puede llegar a ser muy grande y provocar que se tensionen o se sobrecarguen en exceso algunas partes del cuerpo.

Y algo muy importante en lo que queremos hacer especial hincapié es que no te fuerces, y si hay posiciones que no dominas en tierra todavía, no las intentes en el agua, ve poco a poco. Es mucho más evolucionado en yoga escucharse y respetarse, que ninguna de las posturas en sí. 

Dicho esto te dejamos algunas posturas para disfrutar en el agua:

1. Postura sentada

Desde la que podemos partir, para hacer un anclaje a la práctica, abrirnos de forma consciente al nuevo medio y a su movimiento. 

Podemos disfrutar de variantes adaptadas al agua, como la de meter las piernas en el agua, en la que además disfrutamos de un drenaje de piernas y apertura suave y facilitada de caderas. 

2. Balasana o postura del niño

Como veis es una postura muy sencilla, y que puede ejecutarse igual que en nuestra práctica habitual. 

3. Bhujangasana o la Cobra

Otra de las básicas tanto en el yoga tradicional como aquí en el mar.

4. Adho Mukha Svanasana o Perro Cabeza Abajo

Esta postura requiere de más equilibrio que en tierra. Es una de las asanas en las que actúa la magia de esta disciplina, ya que en tierra puedes creer tenerla dominada, y cuando la realizas aquí te das cuenta de algunos vicios, como es dejar caer más el peso en un lado que en otro… y el desequilibrio mismo es el que va a favorecer que vuelvas a tu centro.

5. Anjaneyasana – Postura de la luna creciente

Si la estabilidad de la tabla no te lo permite, puedes hacerla sin incidir mucho en el arqueo de la espalda.

6. Virabhadrasana II o Guerrero II

Esta postura es una variante de la posición del guerrero adaptada a la tabla. Hacerla de la forma tradicional supondría mucha tensión e inestabilidad en los apoyos de los pies así como en la articulación de la rodilla. Para evitarlo se crean variaciones que hacen que podamos hacer el mismo o parecido trabajo muscular, con total seguridad y cuidado del cuerpo. La diferencia fundamental es que la pierna de atrás se baja para apoyar la rodilla, cruzar la pierna y anclar el pie en el borde de la tabla.

7. Malasana o postura de la guirnalda

La postura de malasana consiste en ponerte de cuclillas en la tabla puede que suponga un reto extra, pero una vez que encuentras el equilibrio podrás disfrutar de todos sus beneficios.

8. Dhanurasana o el Arco

Y quizás si hay movimiento en el agua puedas disfrutar de un masaje abdominal más profundo.

9. Setu Bandha Sarvangasana o postura del Puente

Aprovecha la apertura en tu caja torácica para llenarte de aire limpio y vaciarte de todo el aire residual.

Si quieres más emoción prueba a subir una pierna, y luego la otra. Y si esto se te queda corto y quieres ir más allá intentalo con Chakrasana, la rueda completa.

10. Savasana

Túmbate en la tabla sobre tu espalda, y permite que el movimiento te acompañe para profundizar en la relajación. Puedes dejar las manos en el agua y disfrutar de las sensaciones.

Puedes probar hacer variantes, sacando las piernas al agua y/o relajando la cabeza.

Conclusión

Sal de tu zona de confort y este verano anímate a probarlo. Aunque sea por un día, cambia tu esterilla de yoga por la tabla de paddle, y corre al agua!!! Estamos deseando saber tus impresiones.

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Namasté querida comunidad.

 

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