Durante una sesión completa de yoga, tenemos momentos de más intensidad, de movimientos o posturas más exigentes, y otros momentos de transición, en los cuales se usan posturas de descanso, Una de nuestras favoritas es Balasana, muy sencilla y con muchos beneficios para nuestro organismo.
Te contamos más acerca de ella.
¿Qué es balasana o postura del niño?
Balasana es el nombre en sánscrito, que se traduce como Postura del Niño, por la que también es conocida. En otras escuelas puedes verla también llamada Postura del Embrión, o de la Hoja Plegada.
Balasana nos lleva a la tranquilidad y vulnerabilidad de un feto en el vientre materno, y en la mitología Hindú es muy importante la inocencia de un niño como camino para reconocer y mantener la conexión con nuestra divinidad.
Es una de las posturas de descanso más importantes en la práctica del Hatha Yoga y otros tipos de yoga. Una oportunidad para parar, reevaluar la posición, reconectar con la respiración y prepararse para seguir adelante.
Es muy común en todos los estilos de Yoga, y se suele hacer después de vinyasas intensos, asanas exigentes y/o de extensión profunda, como después de Ustrasana o Postura del Camello, para relajar la espalda y las vértebras, o después de Sirsasana o postura sobre la cabeza, para asentar todo lo movido en la inversión.
¿Cuáles son sus beneficios?
Es una postura que favorece el descanso, el equilibrio emocional y la recuperación física. Aporta un tiempo de reposo que beneficia al sistema nervioso, ayuda a recuperar la vitalidad, aclara la mente y abre un espacio para la sanación integral del organismo.
- Descansa todo el organismo y ayuda a recuperarse energéticamente.
- La suave presión de la postura en flexión ayuda a masajear suavemente todos los órganos del cuerpo.
- Mejora la flexibilidad pélvica y la elasticidad de los músculos de las piernas.
- Otorga descanso a aquellas partes y miembros del cuerpo constantemente solicitados como piernas y brazos.
- Estiramiento suave de todos los músculos de la espalda y zona pélvica.
- Si buscas una técnica de relajación, esta postura ayuda a eliminar el estrés. Otorga una agradable sensación de relajación y paz interior.
- Permite una respiración más profunda y serena.
- Calma la mente y aporta paz y tranquilidad.
- Despeja la mente y ayuda a ver con más claridad nuestro Camino interior.
- Se mejora la circulación de la sangre hacia el estómago y la parte superior del cuerpo, con el plegado de las piernas.
- Permite una indagación interna profunda, un mayor autoconocimiento.
- Ayuda a favorecer la concentración, y estimula el tercer ojo, Ajna Chakra, despertando la intuición.
Nos encanta entender y ver esta postura como una descarga a la Tierra. Entregarnos completamente a su sostén, y dejar que ella transmute todo lo que ya no queremos y no nos hace bien. Nuestros pensamientos negativos, nuestras tensiones y preocupaciones, se descargan hacia la tierra que los convierte en su abono, para devolvernos una energía limpia y pura con la que recargarnos.
Vemos además como la posición se repite en muchas culturas y religiones, como postura de oración. Es como una postración, en señal de humildad. Una sumisión del propio ego al reconocimiento de algo divino y superior.
¿Cómo hacerla paso a paso?
- Comienza arrodillándote en el suelo, con los dedos de los pies juntos y las rodillas separadas al ancho de las caderas.
- Luego, siéntate sobre tus talones y exhala mientras te inclinas hacia adelante desde la cadera.
- Extiende los brazos hacia adelante, manteniendo las manos apoyadas en el suelo o en una colchoneta delante de ti.
- Descansa la frente en el suelo, si es posible, o sobre una almohada o bloque si no llegas al suelo cómodamente.
- Relaja los hombros, permite que la espalda se estire suavemente y siente cómo se estira la columna vertebral.
- Mantén la postura y respira profundamente durante varios ciclos respiratorios, permitiendo que el cuerpo se relaje y se abra.
Te invitamos a que experimentes la descarga a Tierra, de la que antes hacíamos referencia:
“Deja que el cuerpo descanse completamente, y mantén la postura centrando tu atención en el suave masaje que produce la respiración sobre la zona abdominal. La respiración va oxigenando todas las células del cuerpo. Imagina que a través de ella se van eliminando tensiones, contracturas y pensamientos negativos”
Variantes de balasana
- Se puede realizar con diferentes mudras, o posición de las manos.
- En sesiones restaurativas, o de Yin Yoga, se utilizan soportes para acomodar la postura y poder mantenerla por períodos más largos de tiempo.
Concretamente podemos poner unos bloques en la cabeza, una manta debajo de las rodillas, y un cojín o zafú debajo de los glúteos en caso de no llegar a tocar los talones.
Para hacerla más restaurativa aún, podemos poner un bloster o cojín grande y recostar el cuerpo sobre él.
Estos mismos ajustes se pueden utilizar siempre que haya alguna molestia o tensión en las rodillas, pies o caderas.
- Variante de Balasana en una silla. Si todos estos ajustes no te son suficientes puedes probar a hacerlo sentado en la silla, simplemente pliega el cuerpo desde tus caderas hacia tus piernas y hacia el suelo.
- Variante de la postura, juntando los pies y abriendo las rodillas hacia afuera, creando espacio para no ejercer presión en el abdomen, y seguir disfrutando de sus beneficios. Esta variante es ideal para embarazadas.
- Variante con brazos hacia atrás, dejando que los hombros y los brazos se relajen.
Contraindicaciones y precauciones
Como siempre te contamos, es importante que no se realice ninguna de las posturas si hay dolor al hacerla. El dolor nos indica que hay que aflojar, ajustar o buscar una variante.
Si hay dolor en la rodilla por el contacto con el suelo, te invitamos a probar los pads de yoga, que puedes encontrar en la tienda online de Yogimi. También puedes buscar una esterilla de yoga más gruesa, o poner una mantita debajo.
Si el dolor viene por el grado de flexión de la rodilla, podemos probar a hacerla con una manta plegada entre las rodillas y los muslos, para rebajar la compresión en la articulación.
Se debe prestar atención a no separar los glúteos de los pies en el momento de flexionarse hacia el suelo, ya que esto puede meter presión en las lumbares, e incluso en el peso de la cabeza, en vez de favorecer su relajación. Si no es posible sentarse en los pies, se usan cojines para poder apoyar los glúteos y descargar ahí el peso.
Por lo general Balasana es una postura suave y segura, pero aquí tienes algunas consideraciones a tener en cuenta:
- Se debe evitar si hay lesión en la rodilla.
- Si hay dolor intenso y agudo en la espalda tener precaución incluso evitarla hasta que el dolor disminuya.
- En embarazadas hacer la variante con piernas abiertas y evitar la presión directa en el abdomen.
Como con cualquier postura de yoga, es esencial escuchar a tu cuerpo y adaptar la pose según tus necesidades y limitaciones individuales.
Otras posturas de relajación que te pueden interesar
Como te venimos contando, Balasana es una postura de descanso, a la que se puede recurrir entre posturas o vinyasas, para volver a la mantener la calma y recuperarse del esfuerzo, o simplemente en algún momento de la sesión, o como una práctica en sí misma, para buscar ese refugio, para conectar con nuestra esencia y con nuestra intuición.
- Como siempre que hablamos de relajación, tenemos la postura estrella: Savasana.
[ Te recomendamos la Almohadilla de Ojos para la postura Savasana ]
- Postura fetal - de lado, sería buscar una forma parecida a balasana, pero tumbado hacia un lado del cuerpo, lo que va a evitar que haya una compresión excesiva en las caderas o las rodillas.
- Ananda Balasana o Postura del bebé contento, que es muy parecida en su forma, pero tumbado sobre la espalda, lo que también incide en la no compresión de las articulaciones, y a la vez la espalda está descansada sobre la esterilla.
Conclusión
Nos encanta Balasana, y todo lo que nos aporta. Nos invita a la introspección y al reconocimiento interior. Nos evoca la pureza, la humildad, la inocencia, la necesidad de protección, la nutrición. A su vez nos conecta con nuestra seguridad, nuestro refugio interno.
No dejes de disfrutar de todos estos beneficios y todos los que nos aporta el yoga.
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Namaste.
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