Cuando hablamos de “Yoga suave” hablamos de una práctica más lenta, basada en el movimiento y la respiración conscientes.
Vivimos en una sociedad que nos conduce a ir deprisa, a hacerlo todo rápido, enfocada en el “Hacer” más que en el “Sentir”. Estamos sometidos a cantidad de estímulos externos y a mucho ruido con poca escucha plena.
Siendo o no conscientes de ello, tenemos muchas tendencias a escapar de nosotros mismos, a evitar conectar con lo que realmente nos pasa y a cómo estamos en nuestra vida.
Y, lo que hacemos es esconder las emociones y ese sentir; nos evadimos con la televisión, las redes sociales, el consumo de sustancias como el alcohol u otras drogas, la continua actividad social e incluso el trabajo…
Esto afecta a la forma en la que nos relacionamos con el medio que nos rodea, con las demás personas y con nosotros mismos.
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A menudo buscamos intensidad en aquello que hacemos, queremos mucho de todo y lo queremos ya y, poco o nada disfrutamos de la experiencia, o nos paramos a saborearla.
Mucho menos nos paramos a pensar siquiera si lo que hacemos nos gusta realmente o incluso si nos sienta bien o no.
Vamos tan rápido que frecuentemente ni escuchamos las señales de nuestro cuerpo, llevándolo más allá de sus límites en determinadas ocasiones o, por el contrario, no dejándolo expresarse cuando lo necesita.
Ésta es la razón por la que sentimos la llamada de ofrecer la práctica de Yoga suave, y volver al sentir, porque es ahí donde encontramos todas las respuestas, es ahí donde retomamos una relación íntima con nuestros cuerpos, es ahí donde aprendemos a conocernos mejor.
Es muy beneficioso concedernos un espacio de inmersión en la consciencia, en el silencio, pararnos y entregarnos a la experiencia de movernos y sentirnos con atención plena.
Cuando nos acercamos al yoga es por un llamado del alma, sentimos un anhelo de alinearnos con nuestra esencia y con esta forma de movernos y de estar en el espacio.
El yoga nos ofrece la oportunidad de bajarnos de las exigencias, de posturas imposibles y movimientos atléticos, para volver a la presencia, desde una escucha profunda.
Y en tus momentos de meditación, consigue una máxima relajación con nuestras almohadillas de ojos y zafús de meditación, los complementos perfectos para tus momentos de relajación.
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Utilizamos el cuerpo para ir hacia adentro.
A la vez lo utilizamos para disciplinar la mente, porque el movimiento lento necesita de mucha atención, y romper el patrón de inercia.
Esto no es fácil, requiere de mucha práctica y mucha autodisciplina. Muchas veces nos resultará incómodo, porque no estamos acostumbrados a ese ritmo.
El ego prefiere que sigamos anestesiados y hagamos las cosas sin sentir, para que no conquistemos ese espacio de presencia que nos conducirá al reencuentro con nuestra verdadera esencia.
Al bajar el ritmo, tenemos más espacio y tiempo para poder percibir desde dónde partimos, cómo nos movemos, cuál es el rango de movimiento cómodo de la articulación o parte del cuerpo que estamos trabajando…
Y, una vez que llegamos a la postura, podemos reajustarla desde esa consciencia corporal. Cada persona puede adaptarlo a sus capacidades y necesidades en el momento actual.
Ajusta las posturas usando cualquier accesorio de yoga que te ayuden, como bloques, cinturones y zafús.
Movernos lento nos permite darnos cuenta de lo que pasa en el cuerpo, nos ayuda a mejorar la información sensorial. Esto va a favorecer y mejorar la postura corporal, así como la estabilidad tanto estática como dinámica.
Con todo lo expuesto nos damos cuenta que, con la práctica de yoga, abarcamos tanto la parte espiritual, como la mental y la física.
Así que, te animamos a compaginar este tipo de yoga con tu práctica habitual, para expandir la consciencia, para conquistar la mente, y para sacar nueva información del cuerpo, desde el cuidado, la amabilidad y la compasión.
Estamos convencidas de que una de las grandes aportaciones que podemos hacernos es: cuidarnos a nosotros mismos, para así poder ofrecer lo mejor a las demás personas, y para transmitir esa energía allá donde vayamos.
Si nos escuchamos, si nos cuidamos, si nos atendemos con amor… eso podremos ofrecer al mundo.
Nos vemos en nuestro canal de YouTube Yogimi, con clases gratis de Yoga y Meditación cada semana, para seguir contribuyendo a un mundo más amable.
Namasté.
Maru Díaz Gañan - Equipo YogiMi
Profesora de Hatha Yoga y Vinyasa Yoga
especializada en Yogaterapia
Permítele a tu cuerpo y mente parar. Disfruta de esa escucha plena y de ese trabajo hacia tu yo interior.
Termina tu práctica en Savasana y disfruta de los beneficios que te aporta esta postura.
Te contamos más en nuestro blog: "El poder de Savasana en la práctica de Yoga".
Yogimi es una comunidad nacida de la mano de Patry Montero durante los meses de confinamiento. Yogimi es fuente de motivación e inspiración en la práctica del yoga y la meditación. Puedes seguir sus clases semanales en su canal de Youtube, unirte a la comunidad suscribiéndote a la newsletter y adquirir cualquiera de sus productos sostenibles en su tienda.
