Gracias al auge de las diferentes disciplinas corporales, como es el caso del Yoga, y a toda la ciencia actual acerca del conocimiento del cuerpo, cada vez tenemos más información, así como prácticas físicas más funcionales para la salud de nuestro organismo.
Una de las novedades que se han incluido en el desarrollo de estas disciplinas físicas es el contemplar la importancia de la flexibilidad del cuerpo.
Pero:
¿Qué quiere decir exactamente tener un cuerpo flexible?
¿Quién no ha dicho o escuchado alguna vez esto de “el yoga no es para mi porque no soy flexible”?
En este artículo vamos a hablarte de estas cuestiones, así como a aportar más información en relación al tema. Te recomendamos leer: Beneficios del Yoga.
¿Qué es la flexibilidad y por qué es importante?
Queremos comenzar haciendo referencia a la utilización de términos como elasticidad, movilidad y flexibilidad; estirar, elongar y/o extender, que a veces se usan indistintamente, y si bien es cierto que todos están relacionados, tienen matices diferentes.
Veamos un poquito acerca de esto:
La elasticidad muscular es un componente que pertenece a la flexibilidad, y la cual le confiere a los músculos la capacidad de aumentar su longitud pero también le brinda la posibilidad de que las fibras musculares vuelvan a su posición inicial.
La Movilidad para mejorar el límite articular, hace referencia a su rango de movimiento.
La flexibilidad es la capacidad muscular y articular del cuerpo para realizar un movimiento sin dañarse. Por tanto, la flexibilidad es la suma de los conceptos: movilidad articular y elasticidad muscular.
Los estiramientos son los ejercicios que realizamos para trabajar la flexibilidad y aprovechar los beneficios que nos aporta su cuidado, tanto en la vida diaria como en la práctica física.
Te recomendamos que realices esta práctica con Patry Montero: Yoga Flexibilidad "Todo el Cuerpo", en nuestro canal de Youtube.
Beneficios
- En el día a día, la flexibilidad evita la degeneración de las estructuras que permanecen inactivas durante horas, por ejemplo si pasamos casi todo el día sentados, y permite mantener la autonomía funcional, tan importante al hacernos mayores para no generar situaciones de dependencia.
- En cuanto a la actividad física, trabajar la flexibilidad previene muchas lesiones musculares y otorga una mayor eficiencia mecánica, ayudando a la recuperación de lesiones que obligan a mantener inmovilizada una articulación durante un periodo de tiempo.
- Mejora de la circulación sanguínea: Los estiramientos y movimientos que se realizan en ejercicios de flexibilidad pueden aumentar el flujo sanguíneo en los músculos y las extremidades, lo que a su vez puede mejorar la circulación y la entrega de nutrientes a las células.
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Aumento de la coordinación y el equilibrio: La flexibilidad puede mejorar la coordinación y el equilibrio al permitir un mayor control sobre los movimientos del cuerpo. Esto es especialmente beneficioso en actividades que requieren movimientos precisos y controlados.
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Mejora de la postura: La flexibilidad puede ayudar a corregir y mantener una mejor postura. Los músculos tensos pueden provocar desequilibrios musculares que afectan la alineación del cuerpo. Mantener una buena flexibilidad puede contribuir a mantener una postura más adecuada.
- Mejora la respiración: un cuerpo flexible es un cuerpo libre de tensiones, lo que favorece el flujo respiratorio. Además también se da la relación a la inversa, así, mejorando la respiración podremos trabajar para conseguir más flexibilidad.
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Alivio del estrés: Practicar ejercicios de flexibilidad, como el yoga o el estiramiento, puede tener un efecto relajante en el cuerpo y la mente. Estas actividades reducen el estrés y promuven una sensación de bienestar siendo una de las grandes técnicas de relajación.
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Mejora en la calidad de vida general: La flexibilidad en el cuerpo y la mente puede llevar a una mayor sensación de bienestar y comodidad en la vida diaria. Te permite enfrentar desafíos físicos y emocionales con mayor facilidad y adaptabilidad.
Ejercicios para aumentar la flexibilidad
Aquí tienes algunas opciones de ejercicios para conseguir y mantener el cuerpo flexible:
1. Yoga
Por supuesto y como te venimos contando, tenemos la opción, que para nosotros es ya un imprescindible, de practicar Yoga.
El hatha yoga, en su connotación de parte física del yoga, en todos los estilos y tipos de yoga, contribuye al bienestar, a la salud y a la flexibilidad del cuerpo. No obstante, el Yin Yoga, al mantener las posturas más tiempo, incide más directamente en aumentar la flexibilidad.
También otras disciplinas como Tai Chi, Chi Kung o Pilates entre otras. Te recomendamos leer: Pilates vs Yoga.
2. Estiramientos estáticos
Realiza estiramientos suaves y mantenlos durante 15-30 segundos. Puedes enfocarte en grupos musculares como los isquiotibiales, cuádriceps, espalda baja y hombros.
3. Movilidad articular
Realiza movimientos suaves y controlados en todas las articulaciones principales, como cuello, hombros, caderas y tobillos. Esto ayudará a mantener la flexibilidad y prevenir lesiones.
4. Danza o baile
Bailar es una forma divertida de mejorar la flexibilidad. Puedes probar diferentes estilos como ballet, jazz, danza contemporánea, flamenco…
Te contamos también sobre un sistema muy completo, la Biodanza, en la que se realizan sesiones de movimiento integrado pleno de sentido, que ayuda mucho a salir de los patrones mecánicos, tanto a nivel físico como emocional.
Te invitamos a coger tu esterilla de yoga y comenzar a mejorar tu flexibilidad con la siguientes clase:
Consejos y recomendaciones
Hay dos cosas esenciales para obtener resultados, así como para hacer la práctica de forma segura:
Lo primero es que el cuerpo, o la zona que vayamos a trabajar esté caliente. Imagina que quieres estirar un chicle. Será más fácil una vez lo hayamos calentado a través del movimiento previo. Sobre todo si se van a realizar estiramientos intensos, es muy importante haber movilizado y calentado el cuerpo previamente.
Otro elemento a tener en cuenta para que un estiramiento sea efectivo es que realmente consigamos que los extremos donde se inserta el músculo a estirar se alarguen. Esto lo vemos muy a menudo, cuando en la clase de Yoga, durante la realización de paschimottanasana, o flexión hacia delante, el profesor da la instrucción de sacar los glúteos hacia atrás. En esta postura, si se quiere hacer elongación de los isquiotibiales, se insiste en este gesto, de tirar de los glúteos e isquiones hacia atrás, para que efectivamente el músculo se alargue sin que se arrastre desde su origen.
También son importantes aspectos como la alimentación, una dieta rica y variada mantendrá el organismo en condiciones favorables para que las articulaciones, músculos y tendones estén sanos y puedan moverse en toda su capacidad; mantenerse hidratados, ya que la flexibilidad también depende de la salud de los tejidos conectivos; un estilo de vida saludable; y ser constantes en la práctica.
En cuanto a la relación de Yoga con la flexibilidad, queremos recalcar que no es un requisito previo para poder comenzar a practicar, contrariamente a lo que muchas personas piensan, es más, ni siquiera es uno de los objetivos principales, aunque sí que es uno de los efectos que nos trae la práctica constante. La Flexibilidad llega gracias a la práctica regular del Yoga, pero no nos olvidemos que lo que buscamos con ella, es liberar al cuerpo de las tensiones y resistencias, que nos impiden vivir una vida consciente y plena.
Precauciones y Contraindicaciones
Para nosotros siempre, la máxima a la hora de realizar cualquier actividad física, es la escucha. Presta atención a las señales de tu cuerpo. Si sientes dolor agudo o molestias, detente inmediatamente. El estiramiento nunca debería ser doloroso.
Existen algunas situaciones en las que los estiramientos pueden no ser recomendables o incluso contraindicados, como cuando hay lesiones, dolor agudo, una operación reciente, inflamación o hiperlaxitud.
Una situación que se repite bastante en el mundo de Yoga, es ver problemas en estas personas con hiperlaxitud, llegando en ocasiones a lesiones importantes, debido a forzar tanto las posturas, que se provoca el contacto entre los huesos, en articulaciones como el tobillo, la rodilla, la cadera o las vértebras y esos contactos repetitivos al final pasan factura en forma de lesiones del hueso (fracturas de estrés, periostitis, artrosis…). Para nosotros no hay Yoga si no hay escucha, y si no se cuida el cuerpo, por eso insistimos en no forzar, y no ir más allá de lo que cada cuerpo pueda en cada momento.
Conclusión
Recuerda que la flexibilidad se desarrolla gradualmente, así que sé constante y ten paciencia. Si experimentas dolor o molestias durante los ejercicios, detente y consulta a un profesional de la salud.
Namaste querida comunidad, nos vemos en las clases de nuestro canal. Te recomendamos visitar nuestras clases de yoga online gratis y pasarte por nuestra tienda de yoga online de Yogimi.
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