¿Qué significa esa palabra de tiempo?
Que tanto nos ata y nos marca los caminos de llegada. Los segundos, minutos, horas, días y semanas. El tiempo, esa cuerda desde la que te balanceas, de un lado a otro, olvidándote de vivir, e incluso de respirar o sentir.
Vivir en un mundo que da vueltas a toda velocidad. Que, a veces, si tú no paras, te puedes llegar a marear. Hemos sido nosotros los que hemos puesto un significado al tiempo. De poner hora al amanecer y al anochecer. Del tiempo que llevamos viviendo. De organizar lo que deberías estar haciendo cuando llegues a un determinado momento. Y es que muchas veces nos olvidamos del verdadero significado del tiempo. Vive, disfrutando de cada parpadeo.
Te has dado cuenta que una gran parte de tu tiempo, estás pensando, recordando y de nuevo viviendo momentos del pasado. Y que, la otra gran parte, estás soñando, ilusionando y viviendo algo que todavía no ha llegado. Y muchas veces se crean situaciones de miedos, de nervios, de preocupaciones, de tristezas viviendo en otro tiempo distinto al presente. Cuando te sientas que vas a 3000 revoluciones, que sientes que necesitas ese deseado tiempo para ti, te propongo que pares tu mundo. Que recuerdes que estas sobre tus pies. Observa lo que te rodea, cualquier cosa, que está sucediendo ahí fuera, frente a tus ojos, lo que está pasando en ese mismo instante; puede ser un pájaro volando, una hoja bailando con el viento, o simplemente el color del cielo.
Escucha, siente, huele, y disfruta de cada pequeño detalle del ahora.
Disfruta de lo que tienes, y agradece.
Disfruta de las personas que comparten su tiempo contigo, y agradece.
Disfruta del aquí y el ahora.
Respira hondo y estira tus labios de oreja a oreja, agradece lo vivido y sigue viviendo cada episodio de tu vida. Sin esperar, sin controlar, solo se tú mismo, libera tus emociones, ríe, llora y ama sin limitaciones. Que, a veces, nos da miedo arriesgarnos, pero no pierdas la oportunidad de al menos intentarlo.
Y, ¿Por qué no arriesgarse a salirse del camino? De hacer en cada momento lo que te nace y quieres. Párate, canta, baila, pinta, escribe, o dedícate solo unos minutos para ti, en los que desconectar para volver a conectar contigo. En el que poder calmar tu mente y sentirte libre y feliz. Que el tiempo sea el juego de la vida. De tu vida. Viaja y disfruta de ella. Viaja como una roca que atraviesa el espacio, para la que no existe el tiempo, y tan solo existe el instante. Un instante fugaz, que pasa tan rápido que no eres consciente ni de respirar. Dejarte llevar por el viento, por el oleaje del mar, dejar de pensar en el siguiente paso que vas a dar. Toma un poco de ese valioso tiempo para conectar, para meditar, y volver a amar.
Regálate tiempo para vivir y sé feliz.
