La mente es lo más poderoso que tenemos y esto significa que puede jugar a nuestro favor o por el contrario ser nuestra peor enemiga. Una mente abrumada, agitada y llena de pensamientos nos lleva por el camino del caos, estrés y mal humor… Camino que no tiene nada que ver con nuestro verdadero fin de vivir que es: SER FELICES.
En cambio, una mente calmada, aquietada y alejada de esa especie de “radio” de pensamientos continuos, nos lleva a un estado de tranquilidad donde las cosas se ven con diferente perspectiva, creando espacio en la mente para darnos la oportunidad de vivir de forma más pausada y consciente.
¿Cómo deshacerse de pensamientos?
Por experiencia sabes, que deshacerse de pensamientos es un reto bastante complicado ya que vivimos con frecuencia en una mente “con el disco duro lleno”. Pensamientos que llegan a ser a veces recurrentes y/o obsesivos agotando nuestra energía y siendo los causantes del estrés y sufrimiento que podemos sentir.
Ojalá encontrar silencio fuera tan fácil como cerrar o taparte los ojos cuando no quieres ver. Y es que “apagar la mente” y silenciarla es de las cosas más difíciles a la que nos enfrentamos ya que los pensamientos se encuentran dentro de nuestra propia cabeza sin saber detenerlos como si de una fabrica constante se tratara.
Para encontrar ese silencio tan complicado, muchas personas recurren a ocupar la mente comiendo, utilizando las redes sociales, viendo la tv… Utilizando estas acciones como vía de escape y de esta manera y sin querer, recibiendo aún más estímulos, información y pensamientos.
La meditación para calmar la mente
Otras personas en cambio, apuestan y recurren a la meditación para encontrar esa quietud que tanto nos beneficia. En este punto hay que destacar que meditar no es sólo silenciar los pensamientos de forma inmediata, sino que se requiere de paciencia y constancia para lograr esa paz mental que aun sin ser conscientes, es el lugar donde se encuentra la felicidad de las personas.
Meditar es también dar espacio y escucha a que nuestros pensamientos se manifiesten. Se trata de un espacio donde parar, escucharnos y sentirnos.
Meditar es la acción de focalizar la atención en algo para disminuir todo el flujo de pensamientos que no tengan que ver con el aquí y el ahora. Meditar nos ayuda a vaciar la mente, calmar y reducir el estrés evitando que nuestra mente se contamine y llene de pensamientos que lo único que hacen es entrometerse en el presente, impidiendo disfrutar y concentrarnos en lo que está sucediendo AQUÍ Y AHORA.
¿Por qué meditar?
En definitiva, porque vivimos hacia fuera, buscando y creyendo que la felicidad está en el exterior, en las cosas materiales, lugares y personas …. cuando la única y verdadera felicidad reside en nuestro interior. Al meditar nos acercamos más a nosotros mismos, conociéndonos y gestionando nuestras emociones y nuestra mente de manera más efectiva y saludable.
La meditación es una facultad que todos poseemos y podemos entrenar dedicándole tan sólo unos minutos al día. De esta manera y poco a poco se obtiene una mente más calmada, libre y atenta permitiéndonos disfrutar plenamente de las cosas, respirar más pausado y profundo y en definitiva actuar con más amabilidad hacia uno mismo y hacia el mundo.
Regálate la oportunidad de intentarlo
Meditación para calmar la mente: paso a paso
- Encuentra un lugar tranquilo y asegúrate que no vas a ser interrumpido durante unos minutos.
- Siéntate en una silla o en el suelo, con la espalda recta pero relajada (si decides sentarte en el suelo, hazlo encima de un zafú o cojín para estar más cómodo).
- Para empezar a relajarte, realiza tres respiraciones profundas inhalando por la nariz y exhalando por la boca…
- Cierra los ojos, respira de manera natural e intenta fluir con tu respiración.
- Con intención, sin expectativas. No te aferres a nada, simplemente déjate ir, descansando en la respiración.
- Atiende y observa el flujo de tu respiración durante unos minutos observando como entra y sale el aire.
- No te preocupes si aparece algún pensamiento que distraiga tu atención, es completamente normal. Si esto ocurre, con amabilidad vuelve de nuevo a llevar tu atención a la respiración.
- Observa como tu cuerpo se expande con cada inhalación y se relaja con cada exhalación.
- Poco a poco abre tus ojos
- Observa sensaciones, quizá tu mente y cuerpo más relajado.
- Respira hondo y sonríe.
No te frustres si tu primera, segunda o tercera meditación no ha ido como imaginabas.
Recuerda que la mente es como un músculo más que necesita de entreno y trabajo para dominarla y moldearla. Aquí te dejamos un vídeo por si lo necesitas, que te resulte más fácil.
Paciencia, constancia y siempre con intención pero sin expectativas.
2 comentarios
Hola,les escribo para saludarlos y agradecerles toda la ayuda que nos brindan al compartir sus conocimientos de yoga y meditación con nosotros.Gracias. Bendiciones
Gracias por compartir todas estas reflexiones, en especial la de ¡Se tu prioridad! ….mal entendida u olvidada por mí durante demasiado tiempo…
Namaste 🙏