Sory es alumna desde hace un año y medio, el yoga le dio a su vida un cambio de 180º; la práctica le dio alas y fuerza para sentirse viva. El yoga le dio la oportunidad de volver a nacer. Sory es uno de esos ejemplos de superación que muestra claramente que todo lo que te propongas lo puedes conseguir.
- Fortaleza
- Entrega
- Valentía
- Confianza
- Perseverancia
Ella es VIDA.
Hoy tenemos la suerte de contar con el testimonio de Sory en nuestro blog, quien desde su experiencia personal y su conocimiento profesional como enfermera, nos cuenta cómo el Yoga la ha ayudado a afrontar su cardiopatía. Os dejamos con su inspiradora historia:
EL YOGA COMO HÁBITO PARA AFRONTAR LA CARDIOPATÍA
El corazón no deja de ser un músculo que se puede trabajar. El ejercicio de forma regular puede fortalecer el miocardio (músculo del corazón) y también puede ayudarlo a estar más activo, sin dolores de pecho, ni ningún otro síntoma. Ayuda a bajar la presión arterial, el colesterol, la frecuencia cardíaca y otros factores de riesgo cardiovascular. El mejor ejercicio para el corazón es el aeróbico (caminar, andar en bici, nadar, etc.), ya que le ayuda a usar mejor el oxígeno y mejora la circulación. Pero para que el corazón pueda ir trabajando cada vez un poco más, no deben realizarse ejercicios fuertes, hay que comenzar lentamente, alternando siempre periodos de actividad breves con descanso.
Lo ideal cuando se tiene una cardiopatía, es mantenerse activo y hacer ejercicio de intensidad moderada 3 a 5 veces por semana sumando 150 minutos a la semana: 30 minutos al día (no tiene porqué ser seguido, es tan beneficioso hacer periodos cortos de ejercicio que sumen 30 minutos al día, que si fuesen continuos) , siempre parando ante cualquier síntoma cardíaco (dolor de pecho, latidos cardíacos irregulares, dificultad para respirar, entumecimiento en los brazos, mareos, nauseas) o cansancio. También el que pueda por su situación puede alternar 75 min a la semana de actividad intensa. Siempre sin olvidar calentar y enfriar 5-10 minutos antes y después de cada sesión con actividad física ligera o meditación en el caso del yoga. Quizás lo más conveniente es realizar una prueba de esfuerzo con consumo de gases que marca la zona por frecuencia cardíaca y ritmo de velocidad de los umbrales aeróbico/anaeróbico, pudiendo a partir de ahí calcular las diferentes zonas de entrenamiento.
Con todo ello y acompañado de un estilo de vida saludable, lejos del estrés, y manteniendo una buena alimentación, también puede ayudar a bajar de peso y mantener fuertes nuestros huesos, haciendo que nos sintamos mejor.
En mi caso, yo no puedo hacer ejercicio intenso, con 31 años debuté con un tipo de arritmia ventricular (extrasístoles ventriculares: impulso nervioso prematuro desde algún ventrículo del corazón que produce un latido cardíaco antes de tiempo, creen que en mi caso es en el ventrículo izquierdo del corazón). Dicho coloquialmente: que mi corazón tiene un foco donde suelta latidos por otro camino diferente al marcapasos natural del corazón y cuando me pasa, siento una sensación rara de que se me salta algún latido y noto que mi pecho está colapsado y no puedo coger más cantidad de aire.
Y aunque yo siempre he tenido bradicardia (corazón más lento por debajo de 60 latidos por minuto), el tratamiento que tomo para mi problema, es un betabloqueante, que hace que disminuya aún más mi presión arterial y mis latidos, disminuyendo a su vez la perfusión sanguínea en las partes más distales del cuerpo, haciendo que se me adormezcan, sobre todo, manos y pies, sintiéndolos casi siempre más fríos. Por lo que tuve que parar en seco…
Hacía aquagym, spinning, jugaba a padel, me encanta bailar... y tuve que dejar de hacerlo... con lo que todo eso conlleva: engordé 10 Kg, me sentía cansada, sin fuerzas... estuve 6 meses sin poder trabajar, según mi informe cardiológico tengo que evitar situaciones de estrés, excitantes y debo hacer ejercicio leve-moderado, no intenso.
Las situaciones de estrés, sobretodo emocional, son un factor de riesgo cardiovascular, porque el corazón se acelera y aumenta la presión arterial haciendo que el corazón necesite más oxígeno, es importante conocer los factores de riesgo y tomar las medidas necesarias para reducir los daños y evitar un ataque cardíaco, que la mayoría de veces no avisa y se puede producir en el período de relajación después de haber tenido épocas estresantes, como fue en mi caso. De hecho, casi siempre que noto mi arritmia, es en reposo.
Para mí fue como un jarro de agua fría, porque me di cuenta que tenía que cambiar totalmente mis hábitos y llevar una vida mucho más tranquila. Cuando yo siempre he sido (y soy) una persona muy activa. Ahora he tenido que bajar el ritmo y si antes hacía 10 cosas al día por poner un ejemplo, ahora tengo que hacer 5.
Por suerte, se presentó el yoga en mi vida a través de la recomendación de una gran amiga que me aconsejó las clases con Patricia Montero. Y siempre voy a estarle muy agradecida porque cambió mi vida. Empecé poco a poco a sentirme más enérgica y a afrontar todo con más calma, y hoy puedo decir que, aunque mi limitación está, no sé puede obviar, pero si controlar, y eso es la maravilla del yoga. Además, hay estudios publicados (JACC. Journal of the American College of Cardiology) que demuestran que el yoga beneficia la salud cardíaca descendiendo los episodios sintomáticos un 37% y asintomáticos un 50%.
De hecho, a mí personalmente, el yoga, siento que es lo que mejor me viene. Y a raíz de practicarlo he conseguido avanzar en otras actividades diarias que antes no podía realizar, pudiendo controlar más y superando mis propios límites. Es cierto que hay que practicarlo de forma consciente, yo sé que puedo y no puedo hacer, escucho mi cuerpo y paro cuando tengo que parar.
Como siempre dice Patry "fluir sin forzar, con intención y sin expectativas" es una frase magistral que sirve para llevarla a todos los ámbitos de nuestra vida. Por ello, hay que ser consciente del problema que cada uno tenga y saber parar cuando hay que parar. Siempre, antes de realizar cualquier actividad nueva, hay que seguir las recomendaciones del facultativo correspondiente. Yo no puedo hacer un yoga muy cardio o muy intenso, no puedo aguantar mucho tiempo en ciertas posturas, pero soy consciente y descanso, y respiro lo que necesite para poder seguir.
Desde mi experiencia como enfermera y como persona, a veces la propia vida nos hace parar. Es súper importante escuchar lo que nos está pidiendo nuestro cuerpo y dárselo. A veces no queremos ver lo que nos está pasando, y más aún siendo profesional de la salud, que le restamos importancia. Pero hay que escuchar para que luego no sea tarde y podamos encontrar una solución. Eso es una de las grandes cosas que me ha enseñado el Yoga: a parar, escuchar mi cuerpo, como estoy, que necesito, a conectar mi respiración y el movimiento inhalando y exhalando al compás, como un baile que a la vez lo hace divertido. Y eso, con constancia, día a día, paso a paso, sin darme cuenta, mejoró mis capacidades físicas superando mis límites y mejorando mi vida en general.
Creo que el yoga es para todos, creo que hay que eliminar muchos mitos que nos hacen creer que esto no es así. ¿Por qué entonces, yo, una persona que me fatigaba al hacer la cama o cosas básicas de la vida diaria, al caminar 10 pasos, que aún así me ahogo y me sigo fatigando cuando subo escaleras, puedo hacer yoga? Por eso mismo, porque dentro de mis limitaciones (que ahí están) ahora se controlar mi respiración y mi movimiento, y eso, sin saberlo es la clave de todo, es lo que me ha dado vitalidad y juventud de nuevo. Creo que el yoga debe convertirse en una estrategia más dentro del tratamiento y la prevención de las patologías cardiovasculares porque es accesible para todos, es de bajo coste y tiene un gran potencial de adherencia.
Los obstáculos y adversidades que se nos presenten en la vida, hay que verlos como pruebas en nuestro camino que tenemos que ir superando. Es necesario afrontarlos para conocerse uno mismo, a un "yo" mucho mejor y más fuerte. Ver el objetivo en luchar, en seguir adelante, y no quedarse estancado, no ponerse limitaciones, siendo consciente de lo que hay, y trabajar desde ahí, porque las adversidades enseñan a agarrar la vida con más fuerza y con más ganas de vivir.
Por eso, para mí el yoga es transformación, es como un batir de alas de mariposa, que te da energía para volar hacia el cambio que necesitas, te da lo más maravilloso que existe: El poder respirar siendo consciente y avanzando más allá de lo que crees, eso para mí, es VIDA.
Soraya González Rubio
Desde Yogimi solo podemos darte las GRACIAS SORY, por tu generosidad y bondad, por entender y sentir el Yoga de una manera tan bonita, por compartir tu historia con nosotros y con ella ayudar a tantas personas, porque el YOGA ES PARA TODOS.
Namasté Sory!
1 comment
Que bueno leer su testimonio, (también la oí en un directo).
Me invita a seguir confiando en la práctica del yoga, ser constante, tener fe y confianza plena en que también me ayudará a mí (creo que ya lo está haciendo).
Mi comienzo se inició buscando otro tipo de ayuda, más a nivel emocional/mental y, Patry con el inicio de la comunidad yogimi, me dio ese primer impulso que necesitaba.
Namastè 🙏