Si te preguntasen qué poder te gustaría tener, es muy probable que las respuestas estén orientadas hacia volar, teletransportarse, ser invisible… y éstos son poderes que si existiesen serían increíbles pero que, al final, no dejan de estar alejados de la realidad. En cambio, existen poderes que tenemos a nuestro alcance, más cerca de lo que podemos imaginar, y que no los aprovechamos. Pero ¡OJO! Muchas veces no los aprovechamos no porque no queramos sino porque no sabemos cómo. Al final, nadie nos enseña a descubrir y sacar todos esos superpoderes que tenemos dentro y en el viaje de la vida nos toca a nosotros ponernos la mochila de exploradores y descubrir todo lo que ésta quiere enseñarnos.
Podríamos detenernos en contarte los muchos poderes que habitan en ti y que te transforman cuando eres consciente de ellos. O, mejor dicho, cuando te detienes a crearlos y desarrollarlos. El poder de la aceptación, el poder de la confianza, el poder del amor propio… Pero hoy queremos hablarte de uno en concreto: “EL PODER DE SALIR DE TU ZONA DE CONFORT”. Éste no deja de ser un conjunto de todos los anteriores que te empuja hacia ese paso que no nos atrevemos a dar por miedo a lo desconocido.
Nuestra zona de confort es ese lugar donde tenemos todo controlado, donde las cosas ya no nos resultan difíciles o desafíos. Esta zona es la que conocemos, por la que vivimos y nos movemos porque nos sentimos cómodos. En esta zona las cosas son como son y nada cambia a no ser que algo en ti también lo haga.
Para vivir nuevas experiencias, para dejarnos sorprender por lo que la vida tiene preparado para nosotros, para crecer tanto profesionalmente como personalmente… para todo lo que sea evolucionar, se necesita salir de nuestra zona de confort donde estamos muy cómodos, pero donde nada va a cambiar si elegimos estar permanentemente ahí.
Solemos “quejarnos” de nuestro presente, de lo que no nos gusta y desearíamos que fuera de otra manera, pero sólo se quedan en palabras y no en acciones que nos lleven a ese cambio tan necesario y deseado en nuestras vidas. Solemos llenar nuestras palabras también de sueños que desafiamos cumplir porque sólo con imaginárnoslo se nos presenta una sonrisa en la cara. Pero… ¿Cuánto realmente haces para que ese sueño sea real y no un futuro imaginario?
“Uno de mis sueños sería irme a vivir fuera pero no puedo porque tendría que dejar todo lo que tengo aquí”, “No me hace feliz mi trabajo, pero no tengo otra opción”, “Sería tan feliz si cogiera el hábito de hacer yoga todos los días”, “Si tuviera tiempo saldría a correr” …
El “PERO” y el “SI TUVIERA…” arruinan y limitan cualquier intención de cambiar, evolucionar y crecer. Están llenos de miedos y de un esfuerzo real que hay que hacer para cambiar el rumbo de las cosas pero que no estamos dispuestos a realizarlo. No estamos dispuestos a realizar ese sobre esfuerzo que nos cambiaría la vida.
Detrás de esa VALENTÍA extra que uno necesita para salir de esta zona de confort se encuentra el gran ÉXITO de la vida. Que no es más que vivir realmente la vida que quieres vivir. De perseguir lo que te mueve y te llena, de hacer lo que va contigo, con tus principios, sueños y valores. De vivir acorde contigo. Y esto por supuesto que no es NADA FÁCIL porque, como de un viaje en avión se tratara, enfrentarse a los miedos, salir de la zona de confort y luchar por lo que verdaderamente uno quiere; es pasar por turbulencias, mantenerse en pie y seguir avanzando pese a las dificultades y el gran esfuerzo que conlleva hasta conseguir lo que anhelamos y deseamos.
¿Alguna vez has experimentado esa sensación? La de tomar esa decisión, la de coger las riendas de tu vida, la de apostar por tus sueños reales, la de dejar de ser alguien que vive simplemente por inercia, la de empoderarse y dar ese paso de valentía…
La zona que no conoces, ahí donde tienes miedo de estar porque no controlas, donde existen nervios, incertidumbre, dedicación y constancia… AHÍ, AHÍ ESTÁ TU ÉXITO. Ahí donde decides intentarlo y aunque te caigas, la opción de levantarse e intentarlo de nuevo es una de las principales reglas. AHÍ es dónde te atreves a probar por primera vez una invertida en yoga, “SIRSASANA”. ¿Cómo voy a sostener todo mi peso estando boca abajo? Se puede, y es increíble. Y sólo hay una manera de experimentarlo y conseguirlo. Ahora sabes como hacerlo… =)
Una última cosa: Lo mejor de todo este proceso, de todo este viaje, no es llegar. Lo mejor y más importante es en la persona que te conviertes en cada paso, en la transformación que se despierta en ti en cada intento.
Sin duda salir de la zona de confort TE MANTENDRÁ MÁS VIVO/A QUE NUNCA.
HAZLO, DEJA DE IMAGINAR. Te esperan muchas cosas bonitas al otro lado.
Namasté