Un 9 de marzo la pandemia, empieza a cambiarnos la forma de vivir, nos para la vida, los relojes, los sueños, las ilusiones.... los primeros días además de la preocupación de lo desconocido y de la enfermedad nos envuelve un sentimiento de orfandad, de falta de abrazos, de miradas de olores.... es cuando sentimos la necesidad de YOGIMI, una comunidad donde gente muy diferente coincide para compartir algo común, el yoga. Compartir la transformación vital que pone en marcha dicha práctica, principiantes o veteranos que sienten y vibran en todos sus caminos.
Gracias a ese parón me doy cuenta de cuantos años he vivido hacia el exterior y empiezo a vivir también hacia mi interior, a escuchar, a sentir, y a encontrar a personas con la misma forma de mirar.
Lula Duhalde